El abrazo de Markarián a Paolo es el que le quiere dar todo el país. La muestra de agradecimiento no es solo del ‘Mago’ sino de todo el Perú que ha vuelto a creer en su selección, que se ha vuelto a ilusionar.
Goles que valen una medalla de bronce pero seguro usted, yo, todos en los 24 departamentos del país queremos darle la de oro. Porque se la merecen, porque su gran actuación en esta Copa América 2011 no solo quedará grabada en nuestra memoria sino también en los libros históricos.
Las Fiestas Patrias se adelantaron unos días fuera de nuestro territorio, con fútbol bien jugado, con nuestra identidad mostrada en la cancha en un partido en el que el equipo peruano encontró espacios ante una Venezuela que quemó hasta el último cartucho para no perder pero que igual terminó de rodillas.
Así encontramos el primer gol. Luego de algunos sofocones en defensa y un par de goles anulados a Giancarlo Maldonado en off side, Chiroque mostró que es el reflejo de Perú. Pero Perú también es Guerrero, como Paolo. La sociedad entre el delantero del Hamburgo y Chiroque volvió a aparecer, solo que esta vez fue el ‘Periquito’ quien le devolvió el balón a Guerrero para que anote el segundo gol.
Juan Arango apareció con calidad para sembrar el susto. En el segundo tiempo, de nuevo apareció Guerrero, pero esta vez por partida doble. Primero dejó en el camino a Vizcarrondo y definió a un lado de Renny Vega, y luego, tras gran jugada personal de Luis Advíncula, la paró de pecho y definió como un delantero de primer nivel.
Con su hat trick, por ahora, es el goleador de la Copa con 5 anotaciones en seis partidos, tantos juegos como dijo que íbamos a jugar Markarián apenas pisó Argentina, cuando el sueño empezaba como un bosquejo de realidad.